CARACAS: AÑORANZAS CONVERTIDAS EN HELADOS
En el transitado centro comercial Metrocenter, en Capitolio, Caracas, quienes atienden en la heladería Fragolate explican a los que llegan que ese helado color vino tinto intenso es de un fruto amazónico llamado manaca o dan a probar el de copoazú, cosechado por comunidades indígenas que tardan ocho horas en curiara para llevarlos desde la selva hasta Puerto Ayacucho. Allí los procesa Lucy Quero y los convierte en la pulpa que envía congelada a Caracas para ser convertida en estos helados que se ofrecen en el centro de la capital.
Los artífices de esa iniciativa, los hermanos Pedro y Ramón Dahdah, no solo mantienen la propuesta de helados de frutas amazónicas que elaboran artesanalmente en un pequeño taller cercano a su local.